8/20/2007

El oficio de escribir según Sandor Marai.


Sandor Marai, "Confesiones de un burgués" (Barcelona: Salamandra, 2005)
Compré “Confesiones de un burgués” por recomendación de un amigo. Nunca he sido muy dado a leer memorias, pues siempre terminan pareciéndome pedantes y mal escritas con muy contadas excepciones y además nunca había escuchado habla de Marai. Pero este libro ha sido todo un descubrimiento para mí. Marai logra cautivarnos y convertirnos en cómplices de sus andanzas por Europa en varias etapas de su vida. Escribió este libro cuando solo tenía 34 años, los que tengo yo ahora. En ocasiones resalta la inmadurez que trasluce en la honestidad que este libro revela, y en otras es la madurez la que nos deja sorprendidos. No se ahorra nada, no se calla nada. Todo lo cuenta, por lo que debo decir que el autor termina apareciendo como un antipático, pero un brillante antipático.
Para aquellos que escriben, el libro está plagado de referencias al oficio de escritor y de cómo descubrió primero que quería ser escritor y luego qué tipo de escritor.
Nació en Hungría en el año 1900 y le tocó vivir en este período la Primera Guerra Mundial, que sería el fin de un estilo de vida y el comienzo de otra muy distinta. Marai nace en una Hungría donde el rígido sistema de clases sociales es destrozado por una Guerra que no les pertenecía y que cambiaría la cara de Europa.
“El camino que conduce desde el mundo exterior hasta nosotros mismos es largo y sinuoso y está lleno e pasos dados en direcciones contrapuestas cuyo significado e importancia sólo reconocemos con el tiempo.” Página 99
“¿Cómo se convierte uno en escritor? No lo sé. No me acuerdo de ninguna “experiencia” única que ocurriese en una ocasión concreta y que fuese “decisiva” para mí, nada que predeterminase una visión literaria del mundo, una aptitud que permitiese liberar la posibilidad de ver el mundo con los ojos de un escritor y expresarlo. Yo me preparaba para convertirme en escritor desde que tenía uso de razón. Nunca me he plantado la posibilidad de escoger otra vía de expresión que no sea la literaria, la de poner los pensamientos en papel. Creo que a la edad de catorce años estaba tan preparado como hoy; quiero decir que, aunque no supiera escribir, concebía la vida como una posibilidad de expresarme y, además, ya sentía los acordes literarios presentes en todo, quizá incluso de forma más instintiva que hoy, cuando me perturban las dudas, las experiencias adquiridas y los experimentos, cuando me equivoco de continuo y en mi trabajo me acompaña invariablemente el sentido de la responsabilidad, además de la inseguridad y la dolorosa insatisfacción que mantienen viva la conciencia de mis limitaciones.” Página 197
“Un escritor debe llevar una pseudo-vida, debe imitar la vida y observarla con muchísima atención, pero debe abstenerse de tomar parte en ella.” Página 320
“Cada escritor tiene que comprender un día cuál es su destino, pero solo puede comprenderlo por sí mismo.” Página 321
“El trabajo es el único principio en cuyo nombre un escritor puede permitirse el lujo de la humildad; en todo lo demás debe mantener siempre una actitud de duda ante los fenómenos vitales, porque en cuanto se sumerja en la vida, en la “aventura” o en la “vivencia” con toda su existencia espiritual, perderá el rango de escritor.” Página 321
…sólo el trabajo purifica y no me interesa en absoluto si el escritor es puro en su fuero interno, donde se desarrollan su vida y su destino; solo me importa la purea de la obra. El escritor que se entrega a sus vivencias está perdido. Oscar Wilde no escribía mejor después de estar en la cárcel, y “La balada de la cárcel de Reading” sólo prueba que un gran talento puede afrontarlo y soportarlo todo, incluso las “vivencias”…” Página 321-322
“La genialidad no es suficiente para la obra, que es tan solo una de las muchas condiciones que el trabajo impone al creador” Página 323
“La soledad es el elemento vital del escritor.” Página 343
“…vivía guiado por mi sentidos y solo apreciaba las impresiones causadas por la realidad. Todavía no había aprendido que, para el escritor, las cosas solo valen en la medida en que él las destila en el laboratorio de su personalidad única.” Página 380

4 comentarios:

Jefferson dijo...

Me pareció bastante interesante éste Post, así que decidí comprarme el libro. Puedo decirte que has hecho bien en recomendarlo, porque es muy bueno.

Excelente Blog.
Jefferson

Arturo Serrano dijo...

Oye, qué bueno saber que alguien leyó esta entrada. De verdad me he convertido en profesta de Marai. No la he leído aún, pero alguien que ha leido todos sus escritos me recomienda "La mujer justa", que es una historia contada desde tres pundtos de vista distintos. Lo que me parece más interesante es que cada historia fue escrita en una época distinta de la vida de Marai. De verdad se ve muy interesante. Gracias por tu comentario.

Anónimo dijo...

La verdad que el post está excelente.. yo ahora mismo me estoy leyendo "El último encuentro", disfrutándola mucho la verdad.. ésta la compre pq tanto mencionaron a Marai en uno de nuestros últimos encuentros que buscando a Longino me dedique a buscar también a Marai y al no tener "La mujer justa" algunos vendedores me recomendaban la q te mencioné...sino la has leído te la pasaré cuando termine...

Unknown dijo...

Tu escrito ha despertado mi curiosidad por leerlo, gracias por recomendarlo